lunes, 16 de junio de 2014

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Arte
Le Corbusier, el genio en el paisaje
CaixaForum trae a Madrid la mayor exposición del arquitecto organizada por el MoMA de Nueva York | 200 obras, incluidas las recreaciones de cuatro interiores, dan cuenta de la importancia del paisaje en su obra.



PAULA ACHIAGA>>MADRID
“Le Corbusier imaginó un nuevo lenguaje de las formas que todavía usan los arquitectos de hoy, y, lo que es más importante, trazó el perfil de la arquitectura moderna”. Así de contundente se muestra el comisario de la exposición de Le Corbusier que hoy abre al público en CaixaForum, Jean-Louis Cohen, uno de los mayores conocedores de la obra del arquitecto suizo en todo el mundo. Él ha seleccionado estas 200 obras que llegan hoy a Madrid tras su paso por Barcelona y Nueva York. Organizada por el MoMA con fondos del museo y de la Fundación le Corbusier, es la más completa que se ha podido ver en nuestro país en veinticinco años. 
Maquetas, pinturas, planos, fotografías y audiovisuales, además de cuatro recreaciones de interiores de habitaciones con mobiliario original. La muestra incluye también una serie de fotografías panorámicas de Richard Pare de algunos de los proyectos más emblemáticos del arquitecto. “El hecho de que en la exposición estén implicadas las dos instituciones que preservan el gran legado de Le Corbusier es garantía de la enorme calidad de la muestra”, dice Isabel Salgado, subdirectora del área de Cultura de la Fundación la Caixa. 

Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Suiza, 1887 - Roquebrune-Cap-Martin, Francia, 1965), figura clave de la arquitectura del siglo XX, fue pionero en los estudios de mejora de las viviendas de las clases más bajas proponiendo nuevas formas de arquitectura eficiente en ciudades muy pobladas. Artista multidisciplinar, su obra pasa de la pintura a la fotografía, uniendo arte y arquitectura. Nacido en la pequeña ciudad industrial de La Chauxde-Fonds, se estableció en París en 1917 y a lo largo de seis décadas remodeló la fisonomía de distintas ciudades, desde América del Sur hasta la India. Famoso por su interpretación poética y provocadora de las nuevas tecnologías, trabajó en unos 400 proyectos y construyó 75 edificios en una docena de países. Publicó casi 40 libros y escribió cientos de textos, algunos de ellos entre los más influyentes de la cultura moderna. 


Villa Savoye, Poissy, 1928-1931. Vista del patio

¿Y cómo abordar a un personaje de este calibre? “Hay muchas formas de enfrentarse al trabajo de un gran arquitecto como Le Corbusier -explica el comisario-. Esta exposición trata uno de los aspectos en el que trabajó durante décadas: Le Corbusier pasó toda su vida observando el paisaje, mirando el paisaje, construyendo el paisaje e imaginando las casas en el paisaje”. Un atlas de paisajes modernos muestra como su concepción de la arquitectura estaba profundamente arraigada en la naturaleza y el paisaje, en el entorno. Desde el interior al exterior. 

CaixaForum recorre aquí desde el trabajo realizado en los primeros años del artista en las montañas del Jura (Suiza), hasta el del final de sus días en la Costa Azul, pasando por Estambul, Atenas, Roma, París, Ginebra, Moscú, Barcelona, Río de Janeiro, São Paulo, Nueva York y la India. Todos estos proyectos revelan las formas en las que el arquitecto observó e imaginó paisajes a lo largo de su carrera y, divididos en cinco secciones, forman el grueso de la muestra. 


Una casa, un árbol

Pero además, la exposición se detiene también en el trabajo más español de Le Corbusier, que visitó tanto Barcelona como Madrid en los años 30. “En Barcelona desarrolló un proyecto de urbanismo que si bien no se llevó cabo sí que fue muy importante para los arquitectos del colectivo GATEPAC”, explica Salgado. El Grupo de Artistas y Técnicos Españoles Para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea -Sert, Churruca, Torres Clavé, Aizpurúa...- puso en él arquitecto suizo su mirada y en su teoría racionalista basó sus objetivos. 


Plan Macià, Barcelona. 1933. Perspectiva general. Goucahe en papel

En el marco del Plan Macià para Barcelona, Le Corbusier estudió en 1933 el proyecto de un barrio modular con el lema “Una casa, un árbol”, y a lo largo de esa década trabajó especialmente en la definición de sus viviendas provisionales. El tejido urbano resultante contrasta con la trama de edificios de forma "dentada" de gran parte del Plan, y está basado en una relación íntima entre los bloques de viviendas, las avenidas arboladas y las plazoletas que constituyen las manzanas. Ahora, parte del legado que dejó en la Ciudad Condal se puede ver también en la exposición. 

400.000 personas visitaron la exposición entre junio y septiembre del año pasado en el MoMA de Nueva York y otras 130.000 en Barcelona. Obra Social “la Caixa” espera ahora repetir el éxito en Madrid donde se puede ver la muestra hasta el próximo 12 de octubre. Y para completar la visita, un ciclo de conferencias y mesa redonda en el que participan arquitectos y urbanistas como Federico Soriano, Marta Llorente y Juan José Lahuerta entre otros.